MILITANCIA PARA LA VICTORIA

MILITANCIA PARA LA VICTORIA

IRROMPIBLE DEMOCRACIA PARA SIEMPRE
PATRIA PARA TODOS IRREVERSIBLE






DATOS DE LA COMUNA


Habitantes: 182627 Superficie: 14,20 Densidad: 12.861,06

Barrios: Agronomía, Chacarita, La Paternal, Parque Chas, Villa Crespo, Villa Ortuzar.

Calles que delimitan la Comuna 15:Córdoba, Avenida Dorrego, Avenida Álvarez Thomas, Avenida Forest, La Pampa, Avenida Salvador María del Carril, Campana, Gutemberg, Avenida San Martín, Arregui, Gavilán, Avenida Álvarez Jonte, Avenida San Martín, Avenida Ángel Gallardo, Avenida Estado de Israel.


miércoles, 26 de mayo de 2010

ILUSTRES DE LA 15


ALBERTO VACCAREZZA

Alberto Vaccarezza (de nombre completo Bartolomé Ángel Venancio Alberto Vaccarezza) (Barrio de Villa Crespo, en Buenos Aires, 1 de abril de 1886 - id., 6 de agosto de 1959). Dramaturgo, letrista de tango y poeta argentino. Máximo exponente del sainete porteño.
Biografía
Amigo y colaborador de Carlos Gardel, despidió sus restos en el Cementerio de la Chacarita. Fue presidente de Argentores (Sociedad General de Autores) y de la Casa del Teatro. Fue el creador del sainete en la Argentina. Un tipo de obra teatral, generalmente calificada como "género chico". Su obra representa describe los tiempos en que las corrientes inmigratorias hacia la Argentina llevaban a la mayoría de los recién llegados a vivir en hacinamiento.
Fue autor de numerosas letras de tango, zambas, estilos y ritmos afines.
Carlos Gardel le grabó 13 temas: "La copa del olvido" (con música de Enrique Pedro Delfino, en 1921), "Otario que andás penando" (también con Delfino, en 1932), "Adiós para siempre" (con Antonio Scatasso, 1925), "Adiós que te vaya bien (con Delfino, 1924), "Araca corazón" (Delfino, 1927), "Eche otra caña pulpero" (Delfino, 1923), "El carrerito" (con Raúl de los Hoyos, 1928), "El poncho del amor" (Scatasso, 1927), "Francesita" (Delfino, 1924), "No le digas que la quiero" (Delfino, 1924), "No me tires con la tapa de la olla" (Scatasso, 1926, a partir del tango primitivo del mismo título), "Padre nuestro" (Delfino, 1923), "Talán talán" (Delfino, 1924).
Otros intérpretes le cantaron "La canción" y "Botines viejos" (ambos con Juan de Dios Filiberto) y también "Atorrante", "Calle Corrientes", "Julián Navarro" (con Francisco Canaro), "Pobre gringo" (junto con Juan Caruso y música de Antonio Scatasso), "Muchachita porteña" (con Mariano Mores), entre muchos otros.
Fue hombre de radio, tanto como charlista breve y autor de cantidad de guiones para propuestas de diverso tipo. Escribió poemas sencillos, que recitaba por la radio y que fueron editados en libros, como por ejemplo: "La Biblia gaucha", "Dijo Martín Fierro" y "Cantos de la vida y de la tierra".
También desarrolló una intensa actividad gremial, tanto en ARGENTORES (Sociedad argentina de autores), como en "La casa del Teatro". Fue de los primeros en luchar para conseguir el aporte de los propietarios de las salas teatrales.

EL CONVENTILLO DE LA PALOMA
El Conventillo de la Paloma: ubicado en Thames 145/49 y Serrano 152/58.

La Ley 1487, sancionada el 14 de octubre de 2004, dice en su artículo 1º: Catalóguese con nivel de Protección Estructural en los términos del artículo 10.3.3, correspondiente al Capítulo 10.3 "Catalogación" del Código de Planeamiento Urbano al edificio denominado Casa Colectiva La Nacional y conocido como el "Conventillo de la Paloma" con entradas por las calles Thames 145/49 y Serrano 152/58, asentado en la Circunscripción 15, Sección 47, Manzana 118, Parcela 5.

Historia: en el año 1888 abrió en Villa Crespo la fábrica de calzados de la Empresa Wattini y Cía., bautizada como Fábrica Nacional de Calzados, más conocida como "La Nacional". Comenzado el siglo XX a pedido del gerente de la fábrica, se construyó una casa para que los obreros vivieran cerca de la empresa. El edificio tenía 112 habitaciones con cocinas y su población estaba compuesta por trabajadores de distintas nacionalidades. Vaccareza se inspiró en ese lugar para crear su famoso sainete El Conventillo de la Paloma.
http://www.barriada.com.ar/villacrespo-2.htm



Especial para televisión la obra cumbre del teatro nacional y la más representativa en su género: El Sainete. Dotada de una comicidad inigualable y resuelta en un pintoresco patio de conventillo . Versión del Teatro Cervantes. Autor: Alberto Vaccarezza .- Dirección : Rodolfo Graziano Protagonistas: Perla Santalla - María Rosa Gallo - María Concepción Cesar - Raúl Lavié - Carmen Vallejos - Carlos Estrada -Santiago Gómez Cou -

Maldonado
Tango
Música: Raúl De los Hoyos
Letra: Alberto Vacarezza


¡Salud! mi arroyo del Maldonado,
mi viejo amigo del arrabal.
Hoy que estoy triste vengo a tu lado
para cantarte todo mi mal.
Desde cachorro jugué en tus aguas
y fue en tu barrio que yo me crié,
y me perdieron unas enaguas
del mismo barro en que me amasé.

Siguiendo sólo mi metedura,
sin pena alguna te abandoné
y enceguecido por su hermosura
por darle lujo hasta robé.
Como en el tiempo de mi condena
jamás la ingrata me vino a ver,
en tus orillas, como alma en pena,
busco el olvido de esa mujer.

Vos, que en silencio fuiste testigo
de mil tragedias de odio y amor,
decime dónde, mi viejo amigo,
se halla la causa de mi dolor.
Decime, arroyo, porque este carro
de mi existencia me ha hecho saber,
que aquel que un día dejó tu barro
tarde o temprano te viene a ver.

LA COPA DEL OLVIDO


http://www.youtube.com/watch?v=lwJWra5tD44


Letra de Alberto Vacarezza Musica de Enrique Delfino
La copa del olvido
Tango 1921
Música: Enrique Delfino
Letra: Alberto Vacarezza
¡Mozo! Traiga otra copa
y sírvase de algo el que quiera tomar,
que ando muy solo y estoy muy triste
desde que supe la cruel verdad.
¡Mozo! Traiga otra copa
que anoche, juntos, los vi a los dos...
Quise vengarme, matarla quise,
pero un impulso me serenó.

Salí a la calle desconcertado,
sin saber cómo hasta aquí llegué
a preguntar a los hombres sabios,
a preguntarles qué debo hacer...
Olvide, amigo—dirán algunos—,
pero olvidarla no puede ser...
Y si la mato, vivir sin ella,
vivir sin ella nunca podré.

¡Mozo! Traiga otra copa
y sírvase de algo el que quiera tomar...
Quiero alegrarme con este vino
a ver si el vino me hace oluidar.
¡Mozo! Traiga otra copa
y sírvase de algo el que quiera tomar
http://www.todotango.com/spanish/las_obras/letra.aspx?idletra=629


De Villa Crespo a la pampa
A cincuenta años de la muerte de Alberto Vacarezza, tal vez el mayor comediógrafo del teatro nacional, autor de sainetes y melodramas que definieron una senda en la cultura popular, un volumen recopila algunas de sus obras más representativas.
A cincuenta años de su muerte, Alberto Bartolomé Angel Venancio Vaccarezza (o mejor, Vacarezza, con una sola "c", como él mismo elegía escribirlo) ha conquistado definitivamente un lugar de consagración en el teatro argentino. Nacido en Buenos Aires un 1° de abril de 1886, muerto el 6 de agosto de 1959, Vacarezza es conocido sobre todo por sus sainetes clásicos (Los escrushantes, 1911; Tu cuna fue un conventillo, 1920; Juancito de la Ribera, 1927; El conventillo de la Paloma, 1929), pero actualmente se relee y valora el conjunto de su obra: comedias y comedias asainetadas, dramas, melodramas, "romances" y tragedias, así como sus textos no teatrales –poesía, letras de tango, guiones de cine–.
Como parte de esta corriente de revaloración de la producción vacarezziana, Colihue acaba de editar el primer tomo de sus obras escogidas, que reúne tres sainetes –el mencionado Juancito de la Ribera, Cuando un pobre se divierte (1921) y La comparsa se despide (1932)– y dos de los "dramones" rurales: Los cardales (1913) y La casa de los Batallán (1917), estrenados por Pablo Podestá. Pronto Ediciones del Sol reeditará su poemario narrativo La Biblia Gaucha.
Vacarezza constituye un mito genuino del teatro argentino. Escribió 110 obras; consiguió récords de público (mil representaciones consecutivas de El conventillo de la Paloma en un año, treinta mil funciones de El último gaucho entre 1916-1930); logró un impacto inédito en la cultura popular y escribió algunas de las mejores obras de la escena nacional. Se agrega a esto su intensa actividad gremial en instituciones de organización de dramaturgos y actores: fue presidente de Argentores y dirigió el Teatro Nacional Cervantes (1952).
Pero además, Vacarezza fue un hombre de la "noche porteña", amado por las mujeres y apasionado, bohemio y seductor, ligado al mundo del espectáculo y del tango. También sostuvo una intensa vida política. Identificado desde siempre con el movimiento de ascenso y protagonismo de las clases populares (a cuyo servicio puso el teatro), Vacarezza adhirió al peronismo. Recibió de manos del presidente Perón, en 1950, la Medalla de la Lealtad, en el marco de los festejos del aniversario del 17 de octubre, en Plaza de Mayo. Bajo la presidencia de Vacarezza, Argentores apoyó incondicionalmente al gobierno peronista, como consta en los Boletines de la institución. En 1953, como parte de las actividades del teatro oficial, su sainete El conventillo de la Paloma se representó en el Teatro Colón, dirigido por Román Vignoly Barreto, con la intervención de la orquesta de Troilo y los Hermanos Abalos.
La adhesión al peronismo significó para Vacarezza (como también para Leopoldo Marechal) un fuerte rechazo y persecución de los sectores de la cultura, ya durante los años del peronismo y especialmente tras la "Revolución Libertadora". Más allá de sus méritos, la valoración de su obra fue afectada por ese rechazo; muchos lo definieron como "el más discutido y discutible de los saineteros", y se lo tildó de "espíritu conservador", difusor de una "filosofía reaccionaria". Sin embargo, las primeras antologías de teatro argentino que comienzan a aparecer en los años cincuenta y sesenta, no pueden ignorarlo y lo valoran como un autor esencial en la historia de nuestra escena.
Entre su producción no teatral se destacan La Biblia Gaucha: Refranes y consejos del Viejo Irala y El romance de Ciriaco Ponce (poemario, 1936), el guión de la película Viento Norte (1937, en colaboración con Mario Soffici), y el libro de poemas Cantos de la vida y de la tierra (1944), que incluye el hermoso "Pregones de Buenos Aires" (ver recuadro). Es autor, además, de famosísimas letras de tango (muchas de ellas cantó Gardel). "La copa del olvido", "Adiós que te vaya bien", "Araca, corazón", "Atorrante", "Botines viejos", "Calle Corrientes (Donde nací)", "Francesita", "Julián Navarro", "Muchachita porteña", "Padre Nuestro", "Pobre gringo", "Talán, talán", "No me tires con la tapa de la olla", son algunas de las letras que escribió para los músicos Enrique Delfino, Francisco Canaro, Mariano Mores, Antonio Scatasso y otros.
Dos líneas fundamentales vertebran la mayor parte del teatro vacarezziano: la urbana (sainetera) y la rural (nativista). Lily Franco –autora de un libro sobre el dramaturgo– recuerda que Vacarezza afirmó en relación a esa doble vertiente: "Yo no soy hombre político porque antes que la política me encantó el arte y más que el arte, la vida. Mas no por ello ha de creerse que los problemas sociales dejan de preocuparme. Desde el fondo de la vida vengo abriéndome paso a golpes de voluntad". Y Franco concluye: "Allí radicaría sin duda ese conocimiento, aceptado o no, de que hacía gala en cada una de sus obras para el teatro. Con tal identificación, tan realmente consustanciado, que hasta en su figura, en su hablar, había una dualidad, más bien una simbiosis de hombre eminentemente porteño –de Villa Crespo– y mucho de criollo, configurando así un prototipo nacional".
En cualquier escritor, una forma reconocible del talento radica en la capacidad de trazar límites a la propia producción. Vacarezza fue consciente del diseño de un campo de creación, sobre el que decidió insistir y en el que según sus declaraciones cifró una identidad propia. En ocasión del estreno de El conventillo de la Paloma, el 29 de mayo de 1929, afirmó: "Al escribir El conventillo de la Paloma no me infló la triste pedantería de renovar el teatro ni en su forma ni en su esencia, puesto que mis inquietudes no derivan de las inquietudes de los otros. Soy y quiero ser el mismo autor de siempre con todos mis defectos, pero con la innegable virtud de ser yo mismo. El día que intente variar mi estilo para adaptarme a las corrientes que se dicen nuevas, estoy seguro que el público me desconocerá y yo mismo habré dejado de ser quien soy".
Los tres sainetes incluidos en el volumen de Colihue ofrecen diferencias sustanciales. Cuando un pobre se divierte es un sainete tragicómico, en el que sobresale el personaje de Mentaberry, al que se describe como "un desgraciado pero bueno". Mentaberry se ha ido de su casa hace tres años, desde entonces busca a su hijo, al que ama profundamente. No ha podido dar con la casa donde el niño se ha mudado con su abuela. Es emotiva la imagen de ese padre torpe pero cariñoso, al que no le gusta trabajar y prefiere las apuestas de caballos, que lleva consigo, a donde va, un juguete, por si finalmente reencuentra a su pequeño. Sobre el final sabrá que su hijo tan buscado ha muerto hace tiempo. Vacarezza regresa sobre un personaje que reaparece una y otra vez en su obra: el hombre "calavera", el pícaro vicioso atraído por la vida nocturna y la farra, que tiene esposa e hijo pero los abandona por el cabaret, las mujeres, el juego, el tango y la bohemia.
Como su nombre lo indica, Juancito de la Ribera retoma el mito de Don Juan. Están del mito las principales invariantes: el protagonista seductor inagotable (Juan Rafetto); su fiel ayudante, el criado o, en este caso, el secretario (Barbagelata); la cadena de mujeres seducidas en Argentina, Uruguay, Brasil y Chile; a su manera, el "Convidado de Piedra" (el suegro de Juancito) y la amenaza de castigo ("ya verás lo que te espera"). Pero todo se resuelve a lo Vacarezza: Juancito se convertirá, por el milagro del amor y vencido por su propia mujer, en el "calavera encarrilado", gracias además a la acción de un rival, Luiyín de la Batería, por quien Juancito será derrotado.
La comparsa se despide es un "sainete farandulero" o sainete de artistas, que habla de arte y oficio teatral y tematiza las poéticas del espectáculo vigentes hacia 1930. Vacarezza representa la diversidad cultural a través de la diversidad de poéticas. Del patio del conventillo pasa a la "pensión de artistas", donde cada personaje encarna no sólo un tipo social-cultural codificado como en otros sainetes (el español, el italiano, el compadre...), sino además una determinada poética: la ópera, la opereta, el tango, el sainete, la comedia, el drama, la tragedia, la zarzuela, el cine... El teatro de Vacarezza demuestra su vigencia en su capacidad, a través de las décadas, para seguir emocionando y haciendo reír.
Jorge Dubatti. Revista Ñ. 17 de octubre de 2009
http://www.carlosianni.com.ar/blog/87/alberto_vacarezza:_de_villa_crespo_a_la_pampa_por_jorge_dubatti.html



OTARIO QUE ANDÁS PENANDO



http://www.youtube.com/watch?v=0svGY9Unluc


Otario que andás penando
Tango 1931
Música: Enrique Delfino
Letra: Alberto Vacarezza


Jajarai, jajai, jajá,
jarajajai, jajai, jojó...
Otario, que andás penando
sin un motivo mayor,
¿quién te digo que en la vida
todo es mentira, todo es dolor?
Si tras la noche oscura, siempre
asoma el sol...
Yde la vida hay que reirse
igual que yo. ..
Jajarai, jajai, jajá,
jarajajai, jajai, jojó...

¿Qué te importa si la paica
del bulín se te fugó
y te traicionó el amigo
y la timba te secó?
Si el destino, que es criollazo,
justicieroy vengador,
ya ha de darlos contra el suelo
a la ingrata y al traidor...

Suene, suene la guitarra,
que se estire el bandoneón,
que la música es olvido
y el olvido, la ilusión
que ha de darnos la alegría
y consuelo en el dolor,
pa que todos nos riamos
igual que me río yo...

Jajarai, jajai jajá,
jarajajai, jajai, jojó...

Araca corazón
Tango 1927
Música: Enrique Delfino
Letra: Alberto Vacarezza


¡Araca, corazón... callate un poco
y escuchá, por favor, este chamuyo!
Si sabés que su amor es todo tuyo
y no hay motivos para hacerse el loco,
araca, corazón, callate un poco.

Así cantaba
un pobre punga
que a la gayola
por culpa de ella
fue a descansar,
mientras la paica
con sus donaires
por esas calles
de Buenos Aires
se echó a rodar.

Mas como todo se acaba en esta vida
una tarde salió de la prisión,
y al hallarla le dijo el pobre punga
"¡Volvé otra vez conmigo, por favorl"

"Volver no puedo"
dijo la paica…
"El amor mío
ya se acabó".
Pasó una sombra,
cruzó un balazo,
cayó la paica
y una ambulancia
tranquilamente
se la llevó.

Y nuevamente en las horas de la noche,
cuando duerme tranquilo el pabellón,
desde la última celda de la cárcel
se oye cantar del punga esta canción.

¡Araca, corazón... callate un poco
y escuchá por favor este chamuyo!
y no hay motivos para hacerse el loco,
Si sabés que su amor nunca fue tuyo
araca, corazón, callate un poco.
http://www.todotango.com/spanish/las_obras/letra.aspx?idletra=628


ARACA CORAZÓN POR JULIO SOSA

http://www.youtube.com/watch?v=yVhdmuVhZdQ

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